El Shock Loss es un fenómeno temporal y reversible, y ocurren independientemente del método utilizado para la implantación de nuevo cabello. Puede presentarse entre la semana 2 y la semana 6 después de la intervención quirúrgica, y también puede afectar al pelo trasplantado.Es algo muy normal que ocurre en casi todos los pacientes que se expongan a este procedimiento, ya que se estima que en el 98% de los casos ocurren sin excepción.
El paciente no debe entrar en pánico, el profesional dará esta información y debe tenerse muy presente en el momento que ocurra. El pelo cae pero la raíz no se pierde, y ésta perdida en completamente normal. Las raíces cobran fuerza y producen los nuevos cabellos en los siguiente 3 a 6 meses, lo cual pondrá en evidencia el éxito del trasplante capilar realizado por la institución.
De igual manera será para los cabellos no trasplantados que sufran el efecto Shock Loss, y se verán afectados tanto los cabellos que estén en la fase Anágena como en la fase Telógna. Fundamental serán las indicaciones brindadas por el especialista, siguiendo tal cual lo indicado por el médico.
El profesional le indicará como lavar el cuero cabelludo y le indicará cómo cuidarse los días y meses siguientes a la cirugía, informando de posibles situaciones normales que puedan presentarse. Se deberá evitar la exposición solar y los hábitos que incluyan tabaco y nicotina por un mes completo luego de la intervención.
La institución requerirá que el paciente se acerque en citas concretadas cada un tiempo estimado para ir viendo los resultados, disponiendo en manos del cliente teléfonos útiles para que éste pueda salir de dudas cada vez que lo necesite. Es un momento de ansiedad para el paciente con la necesidad de ver los resultados con mayor rapidez posible, pero deben aguardar con paciencia ya que debemos esperar al proceso natural de crecimiento capilar. De ser necesario contar con tratamiento complementarios, el profesional lo adecuará a los esperado por el cliente.