Qué son los grafts en un implante capilar y cómo se calculan

Uno de los conceptos más importantes en un proceso de reimplante capilar son los grafts. Cada uno de los implantes que llevamos a cabo tienen una serie de características especiales, por eso es importante realizar un análisis específico, con el objetivo de concretar cuántos grafts van a ser necesarios para completar el proceso de reimplante, cuál va a ser la zona donante y cómo va a ser el proceso posterior de mantenimiento capilar. En Castellana Clinic vamos a analizar qué son los grafts en un implante capilar, y cómo es el proceso para calcular el número de unidades necesarias en cada paciente.

¿Qué son los grafts en un implante capilar?

Lo que conocemos de forma técnica como grafts, son en realidad el número de unidades foliculares que vamos a necesitar en cada proceso de implante capilar, es decir, se trata del número de unidades de tejido con las que vamos a trabajar en cada paciente.

Los grafts, por tanto, son tejidos que contienen folículos en crecimiento. El profesional médico trata de localizar grafts sanos, que además contengan en su mayoría varios folículos, para reimplantarlos en zonas que presentan signos de despoblación capilar.  El concepto no es exclusivo de la ciencia médica capilar, al contrario, se trata de un concepto muy habitual en ciertas áreas de la medicina, y que suele hacer referencia a tejidos de piel que sirven para su posterior reimplante, por ejemplo en zonas del cuerpo en los que se ha producido una quemadura cutánea a nivel superficial.  Para nosotros, los grafts son un concepto fundamental, es importante localizar una serie suficiente de grafts sanos, que podamos posteriormente llevar a zonas afectadas.

Cuántos grafts necesitamos y cómo se calcula

Como decíamos anteriormente, el número de grafts que vamos a necesitar depende de la condición que presente cada paciente. En el siguiente enlace puedes comprobar de manera gráfica, los grafts que son necesarios en función del caso que presenta cada paciente.

Lo primero que realizamos es un completo estudio acerca del estado de la zona afectada. Lo que buscamos es analizar cuáles son las partes completamente despobladas, es decir, aquellas en la que ya no se genera un crecimiento folicular, y determinar cuáles son las zonas que presentan un descenso de densidad capilar, es decir, las partes que siguen generando algún crecimiento, pero no el suficiente como para que el cabello ocupe por completo la zona del cuero cabelludo.

En este examen previo no es suficiente con un análisis ocular básico, aunque sí que es importante que el especialista evalúe a simple vista el estado del paciente. Por medio de material específico, comprobamos al detalle el estado del cuero cabelludo, así como la estructura del cabello en zonas con baja densidad.

Mediante este análisis, realizamos un primer acercamiento al número de grafts que serán necesarios para reforzar las zonas con baja densidad, y repoblar las zonas que no presentan crecimiento alguno.

Como decimos, cada paciente necesita un tratamiento específico, aunque el número de grafts medio se sitúa entre los 2.500 y los 4.500, para pacientes que presentan casos de alopecia en la zona de las entradas y coronilla.

Análisis de la zona donante

Evidentemente, debe existir un análisis de las zonas afectadas por la alopecia, pero también es muy importante evaluar la zona donante.

En alguna técnicas como la técnica FUE, el paciente cuenta con una gran ventaja, y es que el cabello donante viene del propio paciente, y por lo tanto evitamos rechazos y además, obtenemos una imagen natural, evitando diferencias entre el cabello ya presente y el que ha sido implantado.

Decíamos que la zona afectada por la alopecia debe evaluarse, a continuación analizamos la parte que sí es capaz de desarrollar folículos con normalidad. Mediante la evaluación de la zona donante, determinamos el número aproximado de grafts que vamos a poder obtener de la zona sana de la cabeza, y estimamos si van a ser suficientes como para tratar las partes afectadas,

En cualquier caso, si el paciente no pudiera generar tantos grafts como para completar el proceso en una sola sesión, el proceso se lleva a cabo en dos partes, permitiendo que la zona donante pueda regenerarse.

El objetivo, por tanto, es estimar la cantidad de folículos sanos, o grafts, que un paciente puede crear en la zona sana, con el fin de reimplantarlos en las partes que presentan falta de densidad o despoblación.

Cuidados y recomendaciones tras el implante de grafts

Un graft recientemente extraído puede sobrevivir entre 2 y 3 horas sin ser reimplantado. El profesional médico añade al graft una solución especial, que mantiene sana la parte extraída de la piel, y además conserva el folículo y el cabello.

Una vez reimplantado el graft, es importante seguir una serie de recomendaciones que el paciente debe seguir, con el objetivo de favorecer el crecimiento del graft.

  • Lo más importante es que no te alarmes ante la caída del cabello recién implantado. Lo más habitual es que este cabello se caiga entre las primeras tres semanas y los dos meses después del proceso, hacia el tercer mes, el cabello vuelve a crecer sin que exista caída.
  • Es importante evitar tareas que puedan suponer un esfuerzo excesivo durante las primeras dos semanas posteriores al tratamiento.
  • La toma de antiinflamatorios no tiene ningún efecto sobre los grafts, por tanto, si después del proceso lo necesitas, puedes tomar antiinflamatorios sin peligro.
  • Durante los primeros días debemos evitar la sudoración siempre que podamos, y además es recomendable que la cabeza permanezca destapada en todo momento.
  • También se recomienda dormir con un collarín durante los primeros días, para evitar que el roce de la almohada pueda disminuir el número de grafts sanos.
  • Por último, deberás esperar tres meses para el primer corte de pelo con tijeras, y al menos seis meses para cortarlo con maquinilla. Pasado este tiempo, el folículo está completamente asentado y por tanto, no existe un peligro real de dañar la raíz.